MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO
24.11.06

Las cifras están ahí y siguen pesando sobre la conciencia de cada uno de nosotros, sobre nuestra tranquilidad moral. Nadie puede quedarse de brazos cruzados.
Mirar a la cara de la violencia de género supone no bajar los ojos ante la mirada de las víctimas. Y eso hay que hacerlo: ¡ya!. Mientras haya víctimas habrá violencia y eso significará que estamos fracasando en luchar contra ella.
Por eso hay que ir mucho más allá de lo que se ha hecho hasta ahora, y nosotros hemos hecho cosas. Pero no estamos satisfechos.
Nunca el Partido Popular se ha negado a apoyar a los socialistas en la búsqueda de soluciones a esta lacra. Votamos a favor de la Ley de Violencia del gobierno socialista, y lo volveríamos a hacer aunque nos parece insuficiente.
Por eso tenemos legitimidad para decir que se necesitan:
- más medios materiales y personales,
- más recursos sociales,
- más juzgados de Violencia,
- más efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
- más coordinación con las comunidades autónomas,
- más medios si queremos que esta Ley sea eficaz y no quede en papel mojado.
1.- Que las diferencias entre hombres y mujeres no pueden generar violencia. Forman parte de la riqueza del ser humano. El que pega y maltrata abusa de su poder, del poder que da ser el que decide cuándo y cómo infringir dolor a su víctima.
2.- Que la erradicación de la violencia no es sólo responsabilidad de los dirigentes políticos, de las leyes y de los juzgados. Todas las personas tenemos la obligación de acabar con las conductas violentas dentro de nuestras familias y de nuestro entorno.
3.- Exigimos que el Gobierno sea implacable en la lucha contra la violencia de género e impulse las medidas necesarias. La resignación del Gobierno y su rechazo a nuevas medidas es el peor
mensaje que se puede lanzar a las víctimas y a la sociedad. Por eso es imprescindible que trabaje con las comunidades autónomas y ayuntamientos que son las administraciones más cercanas y los primeros en atender a las mujeres que sufren violencia.
4.- Exigimos a la sociedad para que adopte una actitud de tolerancia cero con la violencia de género. No hay excusa, ni motivo, ni justificación para un acto violento. Las bofetadas no tienen nunca un por qué: son un acto de cobardía e indignidad que tan sólo merecen el
desprecio de la sociedad mediante su castigo.
5.- Manifestamos que cada víctima no sólo es una pérdida irreparable: es una vergüenza imperdonable que recae sobre la conciencia del conjunto de la sociedad y de los poderes públicos.
6.- La familia ha de ser el primera trinchera de nuestra sociedad en la erradicación de esta lacra. Es la piel cotidiana sobre la que debe impregnarse el día a día de una educación sensible, infatigable y decidida en pro de la igualdad entre el hombre y la mujer.
¡NI UN NIÑO MÁS VIENDO A SU MADRE HUMILLADA!
¡NI UNA LÁGRIMA MÁS!
¡NI UNA MUJER MALTRATADA MÁS!
¡NI UNA MUERTE MÁS!
Etiquetas: opinión
posted por BdC 11:00 p. m.,