LA PATRONA DE LA CORUÑA
8.10.07
La Voz de Galicia, El Ideal Gallego, La Opinión
El domingo disfrute de las celebraciones de la festividad de la patrona de La Coruña, la Virgen del Rosario, asistí a la procesión cívica, que como es tradición encabeza el alcalde, por las calles del barrio y a la misa en honor a la Virgen del Rosario, en la Iglesia de Santo Domingo, con posterioridad tome el pulpo en una de las carpas de la Plaza de Azcárraga, como una vecina más. Este fue un año diferente, la ciudad vieja estaba engalanada para la ocasión con centenares de crespones negros en muchas ventanas, y más de 200 vecinos con ollas, silbatos, panderetas y todo tipo de utensilios recibieron a la comitiva municipal con una cacerolada, con la que mostraron su indignación por los actos de vandalismo, suciedad y ruido, que trae cada fin de semana "el botellón". Cacerolada más que entendible por tanto.
El domingo disfrute de las celebraciones de la festividad de la patrona de La Coruña, la Virgen del Rosario, asistí a la procesión cívica, que como es tradición encabeza el alcalde, por las calles del barrio y a la misa en honor a la Virgen del Rosario, en la Iglesia de Santo Domingo, con posterioridad tome el pulpo en una de las carpas de la Plaza de Azcárraga, como una vecina más. Este fue un año diferente, la ciudad vieja estaba engalanada para la ocasión con centenares de crespones negros en muchas ventanas, y más de 200 vecinos con ollas, silbatos, panderetas y todo tipo de utensilios recibieron a la comitiva municipal con una cacerolada, con la que mostraron su indignación por los actos de vandalismo, suciedad y ruido, que trae cada fin de semana "el botellón". Cacerolada más que entendible por tanto.
Etiquetas: La Coruña
posted por BdC 10:00 a. m.,
1 Comentarios:
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At 6:43 p. m.,
leoncio dijo...
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Es evidente que el botellón genera mas sufrimiento que alegrías, buscar el placer, la felicidad en una botella ya es, por sí mismo, un disparate, pero si seguimos por ese camino de botella todo se nos vendrá abajo, familia, trabajo, amigos, novias, etc. y acabamos como, unos/as y otros/as,el gallo del morón, sin plumas, pidiendo a la puerta de una Iglesia y comiendo en la cocina económica, despues de pasar por unos trances de lo mas tenebroso.
